En tan solo dos años, BACU se ha convertido en una de las cadenas de restaurantes de mayor crecimiento en Bogotá. Con 14 puntos operando en la capital y una capacidad para generar entre 80.000 y 100.000 órdenes al mes, la marca se posiciona como un referente en el sector de la comida saludable y accesible.
La historia de BACU comienza con la visión de Stephanie Gómez, su fundadora y CEO, quien identificó una necesidad insatisfecha en el mercado: la falta de una cadena que ofreciera opciones de alimentación equilibrada, con estándares de calidad homogéneos y precios accesibles. Inspirada por su experiencia personal y su pasión por la gastronomía, Gómez se propuso crear un modelo que combinara nutrición, conveniencia y tecnología.
Un modelo basado en eficiencia y tecnología
Desde su concepción, BACU ha apostado por la innovación y la eficiencia operativa. «Fuimos a hablar con inversionistas para contarles nuestro sueño, cómo estaba conformado nuestro equipo y cómo lograríamos nuestras ambiciosas metas. Nos creyeron, y esto fue fundamental para nuestra rápida expansión», señala Gómez.
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Uno de los factores clave en su estrategia ha sido la implementación de tecnología para la toma de decisiones. «Desde el día cero teníamos claro que debíamos ser eficientes y omnicanal. Nuestro sistema propio de punto de venta (POS) nos permite conocer en tiempo real los gustos de nuestros clientes y hacer ajustes rápidos en nuestro menú. Ningún plato tarda más de cuatro minutos en prepararse y renovamos nuestra carta cada mes y medio», explica la CEO.
A diferencia de muchas marcas emergentes que inician con cocinas ocultas, BACU apostó desde el principio por la experiencia presencial. «Las marcas de comida más reconocidas han construido una conexión emocional con sus clientes. Esa experiencia 360°, donde el comensal disfruta de la atención, el aroma de los ingredientes y la presentación del plato, es insustituible. Por eso, combinamos la eficiencia de la tecnología con la calidez de la atención en el punto de venta», asegura Gómez.
Esta estrategia ha permitido que BACU genere una comunidad fiel de clientes que disfrutan tanto de su servicio en restaurantes como de su eficiente sistema de domicilios, con tiempos de entrega menores a 13 minutos. «Queremos que nuestros consumidores encuentren en BACU una solución para alimentarse bien, sin afectar su presupuesto y sin renunciar a la experiencia de comer rico», concluye la empresaria.
Con su rápida expansión y su apuesta por la innovación, BACU se perfila como un actor clave en la transformación del sector gastronómico en Colombia. Conoce su historia completa en nuestro episodio de «A la Carta»:
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