El nuevo restaurante de Grupo Seratta es un refugio de cocina de emociones con experiencias que se enriquecen en medio de un ambiente de corsarios muy sofisticado. Nos sumergimos a conocer Descortés.
No es novedad que Serratta siempre quiera sorprender y esta vez su más reciente propuesta se inspira en los piratas. El ambiente como el hilo conductor de la experiencia gastronómica que plantea Descortés nos conduce a las aventuras de aquellos navegantes sin licencia, que se dedicaban a asaltar barcos en alta mar.
El tesoro, en este caso, es un menú impecable que combina la cocina caribeña con una fusión de sabores mediterráneos y japoneses. Detrás de su creación están, ni más ni menos, que los chefs españoles, socios y estrellas Michelin, Rubén Trincado y Félix Jiménez.
El resultado es un viaje gustativo por platos exóticos de los siete mares, algunos de los cuales solo se podían degustar por fuera del país antes de la apertura de este establecimiento. Su carta incluye, por ejemplo, las variedades de cangrejo más apetecidas en el mundo, según la temporada, como Alaskan King Crab, el rey de los cangrejos; centolla, cangrejo azul, negro, Stone Crab. También hay jaibas y un Oyster Bar.
Pero es de resaltar su alto sentido de preferencia por las delicias del Mar Caribe, por lo que los sabores locales que tanto añoramos de nuestras costas aquí están presentes y son exaltados con una propuesta de gran calidad. Como debe ser.
De esta manera, la tercera apertura del Grupo, tras su ya reconocidos Seratta Gourmand Market y Viva la Vida, busca cautivar a quienes añoran esos aromas y sabores costeros. «Este fue el punto de partida del proceso creativo y la inspiración definitivamente fue mi papá, Jairo Alberto Palacios, quien es un gourmand, apasionado por este tipo de comida. Lo hicimos en su honor y el concepto ha gustado bastante, aunque todavía nos faltan muchas cosas por hacer», señala Jairo Palacios, Jairo Palacios Ospina, Gerente Grupo Seratta, creador y socio de Descortés.
Una experiencia de emociones y riesgos
El lugar se destaca por su creatividad, personalidad e irreverencia. Desde el nombre de algunos de sus platos como «Yo también me baño», «la estamos rompiendo» y «no quedaron ni los huesos», hasta el menaje utilizado para el servicio. Muchos detalles del lugar sorprenden, pero no entraremos en detalles para evitar los spoilers.
Lo que si diremos es que en Descortés es posible disfrutar de un sinfín de experiencias gastronómicas sensoriales, como ‘La Merienda del Pelícano’ o unas muelas de cangrejo que se sirven literalmente en un pelícano dorado.
La oferta de mixología es igual de divertida, interesante y llena de historias alrededor de los siete mares. Un ejemplo es el coctel ´Ruinas’, que se sirve en una calavera; o ‘Tributo’, en honor a tribus indígenas americanas. La experiencia de coctelería es bien recomendable por lo sorpresiva y sensorial.
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Pero hablemos de los vinos. El restaurante está rodeado por la cava más importante del país y con la mejor selección de vinos, según la Asociación Nacional de Sommeliers. Allí, es posible encontrar más de 700 referencias, una colección privada de Jóvenes a Gran Reserva y algunas joyas exclusivas del lugar.
Todo esto ocurre bajo un techo adornado con un gran mapa, en el que se cuentan historias de marineros, barcos, piratas, sirenas. monstruos marinos.
«No queríamos ser un restaurante más de comida de mar. Nuestro objetivo siempre fue ir más allá, trascender lo clásico. Si bien el concepto en cuanto a decoración es elegante, somos muy disruptivos en experiencias. De allí el nombre: Descortés, que curiosamente, cuenta con un servicio impecable», apunta Palacios.
Los imperdibles
Un imperdible, además de las ostras, son los cangrejos. Por ejemplo, allí se puede degustar un Alaskan King Crab colosal traído del Mar de Bering, entre Alaska y Rusia, acompañado de tres mantequillas: gulupa, trufa y ajo negro. Es un plato que solo lo venden en los lugares más exclusivos del mundo y claramente, en Descortés lo hacen a su estilo.
Segundo imperdible: ‘A la Orilla del Mar’, es una especie de degustación de entradas, que se presenta en tres pisos y todos los productos como mejillones, ostras, langostinos, langosta y algo de caviar. Todo muy fresco. Esta experiencia para comenzar, es muy interesante.
Otro imperdible son los cocteles de autor, que están inspirados en un mapa del tesoro antiguo y pirata. ‘Vete al carajo’ es uno de ellos, recordando que ‘carajo’ se llama la parte más alta que tiene un barco. Esta bebida se presenta en cinco pasos. Empieza con una torre larga, que llega a la mesa donde comienzan a fusionarse los ingredientes del coctel que es a base de tequila con algo de remolacha y muchas especias.
Pero en general, los 50 platos de la carta merecen la pena. Porque de algo quedamos convencidos: si alguien es un verdadero amante de la comida de mar, Descortés seguramente entrará en su top de restaurantes favoritos.
¿Qué viene para el Grupo Seratta?
Descortés abrió en año pandémico y eso es algo para destacar si hablamos de la apuesta del Grupo Seratta por el fortalecimiento de la escena gastronómica en la capital.
La pandemia también les contribuyó fortalecer su presencia digital. «Anteriormente, no teníamos ese tema en nuestro estrategia de negocio, pero a raíz de la pandemia decidimos montar varias plataformas de delivery que nos han ayudado mucho a sobrevivir en estos tiempos difíciles, en los que nos ha tocado cerrar las puertas de nuestros restaurantes por tiempos cortos y también, por cuarentenas largas y estrictas», resalta Palacios.
Este año, Seratta espera continuar innovando y creando experiencias nuevas para sus comensales. Uno de sus enfoques son las cocinas ocultas, con las cuales esperan lanzar alrededor de dos marcas prósximamente.
«También vamos a lanzar desayunos en el restaurante Seratta Gourmand Market con una oferta muy interesante. En el mes de julio esperamos abrir un restaurante típico, que dará mucho de qué hablar, pero no puedo adelantarles nada más. También venimos formalizando cada vez más nuestra empresa de importación de productos», concluye.
¿Dónde queda Descortés?
Cra. 45 #114-44
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