Açaí Gastronomía Amazónica cerró tras 5 años de destacado enfoque en la cocina amazónica, sostenibilidad y comercio justo.
Bogotá se quedó sin uno de sus más interesantes exponentes de cocina colombiana. El restaurante Açaí Gastronomía Amazónica, reconocido como uno de los proyectos más emblemáticos de la cocina amazónica en Colombia, cerró sus puertas. El restaurante, liderado por el chef Andrews Arrieta, durante cinco años ofreció una experiencia culinaria única basada en los sabores y saberes de la selva colombiana, consolidándose como un modelo de sostenibilidad y conservación cultural.
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Desde su apertura en 2019, Açaí se destacó por su propuesta innovadora. Con un enfoque en técnicas tradicionales y materias primas provenientes directamente de comunidades indígenas del Amazonas, el restaurante se posicionó rápidamente como un referente de la gastronomía nacional. Sin embargo, los rezagos de la pandemia y las dificultades económicas que en los años posteriores afectaron a la empresa importadora de pescados que respaldaba el proyecto terminaron por hacer insostenible su operación.
A través de sus redes sociales, el chef Andrews Arrieta, quien lideró este proyecto, reflexionó sobre este cierre: “Ha sido muy doloroso cuando me enteré del cierre, me afectó mucho, pero me gratifica lo que hemos logrado. Las relaciones que construimos, el comportamiento compartido, las oportunidades que pudimos brindarle a las comunidades… todo lo caminado y aprendido no me lo va a quitar nadie”.

Más allá de un restaurante
Açaí no fue simplemente un lugar para comer. Funcionaba como un centro de investigación y conservación de las tradiciones culinarias amazónicas. Con un inventario de 149 productos registrados, el equipo liderado por Arrieta trabajó en la preservación de saberes ancestrales, promoviendo prácticas de comercio justo y capacitando a comunidades indígenas para fortalecer sus capacidades productivas.
“El propósito de este proyecto siempre fue culturizar a Colombia desde nuestro conocimiento sobre el potencial del país y lo rico que es”, comentó Arrieta. Este compromiso se reflejaba en cada plato, diseñado para contar una historia y conectar al comensal con la riqueza cultural y natural de la Amazonía.
Un modelo con identidad
La propuesta de Açaí fue también un ejemplo de cómo un concepto claro puede ser la clave del éxito en la gastronomía. “Tener identidad sobre todas las cosas, ser claro y realmente servir lo que dices” fue la filosofía detrás del modelo de negocio, explicó el chef. A pesar de las dificultades operativas y los desafíos del sector, el restaurante logró posicionarse como un espacio de vanguardia que combinaba innovación y tradición.
Para Arrieta, el éxito de este restaurante fue el alcance que tuvo en las comunidades indígenas y en la forma en que se dio a conocer la riqueza gastronómica del Amazonas. “Cuando los indígenas venían a comer aquí, porque alguien les habló de este restaurante desde su comunidad, ahí entiendo que hemos hecho algo significativo”, señaló.
Con el cierre de Açaí, la gastronomía colombiana pierde un pilar en la difusión de la cocina amazónica, pero su legado como un modelo de comercio justo y conservación cultural queda como un referente para futuras generaciones de chefs y emprendedores del sector.
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