Restaurante El Silo está liderado por el chef Julián Hoyos Vallejo. Allí la despensa campesina es protagonista, pues la mayoría de los insumos provienen de productores locales.
Ubicado en la entrada de Montenegro, Quindío, restaurante El Silo abrió sus puertas con una apuesta clara: entregarles a los comensales la nueva cocina quindiana. Para esto, ha hecho una apuesta significativa: el 75% de sus insumos vienen de proveedores locales, que cultivan sus alimentos de forma responsable.
El chef Hoyos se ha esmerado en brindarle importancia a la procedencia de los productos. Con esta filosofía, el cocinero egresado de la escuela de gastronomía Mariano Moreno de Argentina, con especialización en artes culinarias en el IAG, ha cimentado el éxito de este lugar.
“El Eje Cafetero es un territorio diverso y sabroso. Desde El Silo queremos trabajar para que solo el viaje a comer merezca la pena”, afirma Hoyos quien, inquieto por los sabores de su cocina, ha preparado una carta para destacar los sabores únicos de este destino colombiano.
Mediante técnicas culinarias modernas como las cocciones en “sous-vide”, ahumados en frío, deshidratados y procesos de maduración controlado por largos días, los comensales que llegan a este establecimiento encuentran una carta única que va desde la pata gigante de pollo criollo madurada servida con puré de macadam fermentada y su famoso pan de morcilla, hasta las truchas miniatura fritas del Valle del Cocora, con variedad de aguacates y la ensalada de zanahorias con queso paipa de Filandia, madurado 12 meses.
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“El Silo está a solo 11 kilómetros de Armenia, lo cual hace que sea de fácil acceso para locales y turistas. Es un restaurante campestre que cuenta, además, con su propia huerta, en donde cultivamos algunos de los productos que usamos en las preparaciones. Esta huerta orgánica es el inicio de un proceso sostenible para expandir a lo largo de toda la hacienda turística”, añade el chef.
El trabajo desarrollado en los últimos tres años ha llevado a Julián y a El Silo a ser los anfitriones de la gala de los World’s 50 Best Restaurants de Latinoamérica, en 2017.
Desde ese entonces, han participado en los Bogotá Wine and Food Festival y después fueron invitados al congreso Bogotá Madrid Fusión, un evento que reunió mejores chefs del mundo y que sirvió de excusa para que este establecimiento diera una clase y mostrara la gastronomía de la región cafetera colombiana.
El restaurante, ubicado dentro del Rancho La Soledad, una hacienda turística familiar que tiene más de 60 casas, busca que los visitantes puedan vivir una experiencia completa y, además de disfrutar su gastronomía, también puedan hospedarse en una de esas fincas y de esta forma vivir el paisaje cultural cafetero a plenitud.
