La capital colombiana vive una escalada de robos a restaurantes en zonas exclusivas que ha generado zozobra entre los comensales y propietarios de estos establecimientos.
En lo que va de año, ya se han registrado cuatro atracos a mano armada en lugares como un Starbucks en la calle 116, el restaurante Masa y Abasto, y la hamburguesería Pecado Capital.
En todos los casos, el modus operandi ha sido similar: dos o tres hombres armados irrumpen en el local durante la noche, someten al personal y a los clientes, y les roban sus pertenencias, incluyendo celulares, dinero y joyas.
Preocupación del gremio
Guillermo Enrique Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de Restaurantes (Acodres), ha expresado su profunda preocupación por esta ola de robos. «Es una situación que nos tiene muy alarmados», dijo Gómez en una entrevista con Noticias Caracol. «Los restaurantes son un lugar donde la gente va a pasar un rato agradable, no a ser víctima de la delincuencia».
Gómez señaló que los ladrones han identificado horas sensibles para los establecimientos, como la hora de la cena o los fines de semana, y que están trabajando con la Policía para definir herramientas y estrategias para combatir este problema.
Los restaurantes de Bogotá se han convertido en blanco de bandas criminales que irrumpen en estos lugares para hurtar a los comensales.
Según Gómez, los delincuentes estudian los restaurantes para identificar sus momentos de mayor vulnerabilidad y buscan puntos de fácil entrada y salida para ejecutar el robo y fugarse rápidamente.
El presidente de Acodrés también mencionó la posible participación de la banda venezolana ‘Tren de Aragua’ en estos robos, así como las extorsiones a restaurantes mediante mensajes de WhatsApp.
Ante la inoperancia del sistema judicial frente a los capturados, se ha planteado la posibilidad de que los propietarios de restaurantes porten armas, medida que aún espera la aprobación del Gobierno Nacional.
Falta de efectividad de la justicia
Otro factor que agrava la situación es la falta de efectividad de la justicia en los casos de robos a restaurantes. A pesar de las medidas de seguridad implementadas por los propietarios, los delincuentes continúan evadiendo la justicia, lo que ha llevado a una sensación de impunidad.
«Es frustrante ver que los mismos delincuentes que roban un restaurante hoy, están libres mañana», comentó un propietario de un restaurante afectado que pidió no ser identificado. «Esto genera una sensación de inseguridad y desprotección que afecta a todo el sector».
Y añade: “La Policía hace un esfuerzo en capturarlos, la ciudadanía en denunciarlos, pero el sistema judicial los deja en la calle y cuando ellos ven que no hay una puerta en contra de su accionar contundente, se toman confianza y se prestan a todas estas situaciones”.
Posibles soluciones:
Ante la escalada de robos, Acodres y la Policía Metropolitana de Bogotá han aunado esfuerzos para buscar soluciones. Algunas de las medidas que se están contemplando son:
- Incrementar la seguridad en los restaurantes: Implementar medidas como cámaras de vigilancia, alarmas y personal de seguridad.
- Mayor presencia policial en zonas exclusivas: Patrullajes más frecuentes en las zonas donde se han registrado los robos.
- Medidas judiciales más severas: Aumentar las penas para los delitos de robo a mano armada.
- Campañas de sensibilización: Informar a la comunidad sobre las medidas de seguridad que pueden tomar para evitar ser víctimas de robo.
La administración responde
La administración del alcalde Carlos Fernando Galán, en conjunto con la Policía Metropolitana de Bogotá, asegura estar implementando una estrategia de seguridad integral que busca recuperar la confianza de la ciudadanía
Uno de los componentes clave de esta estrategia es la Patrulla Gourmet, un equipo interdisciplinario de 90 uniformados de la Policía que patrullan 30 sectores comerciales de la capital con mayor concentración de restaurantes y gastrobares. Las localidades priorizadas incluyen Chapinero, Teusaquillo, Usaquén y Kennedy.
