El refajo, tal vez, deba su popularidad a esa mezcla de dulce y amargo, que resultó ideal para acompañar la gastronomía colombiana.
¿Por qué nos encanta tanto esta bebida?
Su gusto dulce
El paladar colombiano está dominado por la presencia de frutas tropicales, de allí su preferencia por los sabores dulces en lugar de los secos o astringentes.
Cómo el país se encuentra en la zona tórrida del mundo, donde los productos alcanzan su plena madurez, los niveles de acidez y astringencia suelen ser más bajos.
Por ello, muchos colombianos suelen rechazar la acidez natural de frutas como la naranja, la mandarina o el maracuyá, y optan por endulzarlas con azúcar al consumirlas.
Y es que, genéticamente, tenemos una predisposición por los sabores dulces, lo que se refleja en nuestro alto consumo de gaseosas y jugos envasados.
Incluso, en el ámbito de los destilados criollos, el aguardiente y el ron suelen ser preferidos con un toque de dulzor.
Esta preferencia por lo dulce se evidencia también en bebidas tradicionales como el guarapo, elaborado a partir de maíz trillado mezclado con jugo de caña o cáscaras de piña.
La combinación de sabores amargos y dulces hace parte de nuestra cultura gastronómica.
La cerveza, aunque inicialmente puede parecer una excepción, también se ha adaptado a este gusto, especialmente en su versión mezclada con gaseosa dulce, pues se convirtió en una alternativa para compartir en familia.
Ideal para comidas típicas
El «refajo», se ha popularizado en Colombia, principalmente, por ser un acompañamiento idóneo de diversos platos, como la fritanga, la lechona, la bandeja paisa, los pescados o la carne asada.
La combinación de amargo, dulce y gas carbónico resulta ideal para realzar los sabores de estos platos sin ser opacada por ellos.
Además, el refajo se ha ganado una reputación como remedio para la resaca, o el guayabo, ya que, por un lado, hidrata y, por otro, mantiene una cierta cantidad de alcohol en el organismo mientras se reduce o desaparece el malestar.
El impulso de Cola y Pola
Para muchos colombianos, refajo es sinónimo de Cola y Pola.
Y es que la fiebre por el refajo alcanzó su punto máximo cuando la cervecería Bavaria lanzó la marca Cola y Pola, una marca que se lanzó en 1993 y que ha dinamizado desde entonces al consumo de esta bebida.
Este 2023, la marca quiere celebrar la tradición gastronómica de acompañar los platos locales con refajo, a través de su activación El Tour de la Refajoneta
Será un recorrido por las ciudades de Bogotá, Medellín y Bucaramanga, que, desde el 10 de junio hasta 20 de agosto, llega a los restaurantes más representativos de la comida criolla de cada ciudad para promover el producto y entregar premios a los consumidores.
Con esta iniciativa, Cola y Pola abre un espacio para que los colombianos se conecten con esta bebida como el acompañante perfecto de platos tan colombianos como sancocho, el ajiaco, la bandeja paisa, el asado o la fritanga.entre otros.
Para conocer las fechas y lugares donde La Refajoneta se parqueará próximamente, visite www.colaypola.com.co
o las redes sociales de la marca.
