La Universidad El Rosario anunció un plan para evitar el cierre definitivo del restaurante más antiguo de Bogotá.
Tras 204 años de funcionamiento, uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad anunció hace algunas semanas su clausura definitiva, tras el coletazo económico de la pandemia y la imposibilidad de operar bajo el modelo de domicilio.
La noticia llegó a Andrés Chayne, rector de la Universidad El Rosario, quien de inmediato convocó a su comunidad educativa para implementar un plan de rescate del icónico establecimiento gastronómico.
En entrevista con revista Buen Gusto, Chayne explica los alcances de este proyecto.
¿Por qué surge la iniciativa de rescatar La Puerta Falsa?
La Puerta Falsa ha sido testigo de la historia del país por más de 200 años, al igual que nuestra universidad, la cual ha sido protagonistas de nuestra sociedad por 366 años. De tal manera que decidimos realizar un esfuerzo estratégico para abrir nuevamente la Puerta Falsa, y que le pueda seguir sirviendo a Bogotá y a todo el país.
¿En qué consiste este acompañamiento?
Si bien el acompañamiento no es de carácter financiero, si es un acompañamiento estratégico desde diferentes dimensiones claves como el rediseño de toda la cadena de suministro, la estrategia de marketing, el uso y la apropiación de la tecnología.
Será un proceso muy interesante y con gran significado para nuestro país, con el que aseguraremos que los productos de La Puerta Falsa puedan llegar a todos los hogares colombianos con óptima calidad y, sobre todo, respetando su tradición de más de 200 años.
¿Qué actividades comprende este plan?
Entre las actividades, vamos a realizar un ejercicio muy interesante, que es una “ideatón”. Se trata de una convocatoria abierta a todos los actores de la sociedad para plantear y co-construir entre todos estrategia de innovación, en este caso, aplicadas para La Puerta Falsa.
Tendremos el acompañamiento de nuestros profesores, investigadores, así como de un grupo importante de colaboradores que van a realizar este asesoramiento durante lo que resta del 2020.
¿Cómo ha sido la respuesta a la iniciativa?
Una vez hicimos el anuncio, recibimos una gran cantidad de llamadas de alumnos, profesores y egresados de nuestra comunidad, así como de empresarios de Colombia que se quieren vincular a este propósito.
En la universidad estamos haciendo un proceso de articulación para poder lograr la reinvención de La Puerta Falsa, y seguramente obtendremos valiosas lecciones, que además podrán ser replicadas de alguna manera en otros restaurantes y organizaciones del sector que tanto lo necesitan.
Además de los ejes de trabajo mencionados, ¿qué otros ámbitos son los que presentan mayores retos para los restaurantes?
El desafío del COVID-19 implica prestar especial atención a los aspectos que mencioné, para poder establecer una ruta crítica exitosa.
Sin embargo, existen otros elementos que ameritan ser organizados por parte de todos. Por ejemplo, el tema financiero, el flujo de caja de los restaurantes, cómo optimizar el talento humano que tienen cada una de estas organizaciones.
Son muchas dimensiones, pero debemos comenzar por trabajar en las necesarias para priorizar una ruta crítica, que nos permita mantener abiertas a organizaciones tan emblemáticas como La Puerta Falsa en medio de este desafío.
¿Cómo fue el acercamiento con La Puerta Falsa y la recepción frente a la propuesta de la Universidad?
Llevamos ya varios días trabajando con ellos, definiendo precisamente cuál es la ruta crítica ideal.
Se generó una gran felicidad para las dos partes. Literalmente, la gran felicidad es nuestra, es un gran orgullo para nosotros poderle servir a la puerta falsa y poderle servir a todo un sector que está en crisis. El señor Sabogal nos ha permitido, generosamente, acompañarlo.
¿Cómo, desde la academia, pueden otros establecimientos gastronómicos encontrar alternativas de salvación para sus negocios?
Un número importante de restaurantes también nos han llamado para que los acompañemos. Estamos abiertos a hacerlo, insistiendo en que nuestras ayudas son de manera gratuita, como un servicio al sector y al país.
Con La Puerta Falsa vamos a tener una experiencia extraordinaria que queremos compartir con todo el sector y el país, y seguramente saldrán grandes lecciones para que, de esta coyuntura, el sector salga fortalecido.
¿Qué significa para ti La Puerta Falsa?
Es un restaurante con un significado inmenso. Si te hablo desde lo personal, desde muy pequeño asistí siempre a la Puerta Falsa, cuando era estudiante, todos los amigos, compañeros, miembros de la comunidad asistíamos allí y lo hemos seguido haciendo durante muchísimos años.
Para la ciudad, ni se diga. Son 200 años de historia que no se pueden perder. Eso es lo que queremos recuperar. Por eso, necesitamos que muchas personas se unan a iniciativas como el Ideatón, del cual surgirán muchísimas oportunidades para La Puerta Falsa, para el sector y, seguramente, para el país.
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